El Avión (Veinte)

El peta me estaba ayudando a aclarar las ideas. La verdad es que mis sentimientos eran extraños. Por una lado, la llamada de Marta después de 6 años me había alegrado. En el fondo siempre quise pensar que algún día ella llamaría. Por otro lado, más le valía tener una buena excusa para no saber de ella en seis años.

No sé si sería el peta mañanero que ya se sabe -fumao el día entero- pero por mi cabeza pasaban imágenes de Marta bajando del avión con un parche en el ojo -más estilo Kill Bill que pirata "pata palo"- y dirigiéndose a mi en medio de una alocada carrera que culminaría en un intenso abrazo acompañado, como no, de su correspondiente beso.

Salí del coche -que a esas altura era Londres- y me encaminé de nuevo hacia el interior de la terminal. La "estrella del rap", que aún seguía con el ramo de flores en la mano, me dirigió un efusivo saludo cuando me vió entrar.

Lo que más me jodía de todo lo de la llamada de Marta y mi posterior camino hacia esta especie de purgatorio que era estar en el aeropuerto esperando por ella era no haber podido hablar con Juanán. Estaba fuera del país y tenía apagado el teléfono. Supongo que cuando viese la perdida me llamaría.

De repente las pantallas cambiaron de nuevo y anunciaron la inmediata llegada del vuelo en el que vendría Marta. Tenía la boca seca como una alpargata así que decidí, de camino a la puerta de embarque, pillar una lata en la máquina. En esas estaba cuando mi teléfono comenzó a sonar....Era Juan!

Los Relatos de Perseo

Perseo es un ser que no siente demasiado. Un hombre perdido en un mar de contradicciones, lleno de defectos y vicios y con apenas virtudes. Un día descubrió que lo que realmente quería era escribir e inició este blog para poder comprobar que, sino hiciese públicos sus relatos, dormiría mucho más tranquilo por las noches.