El Avión (Cuatro)

Ya con el culo pegado al sofá y con un vaso de whiskey en mi mano derecha, volví a releer por enésima vez la maldita postal. Parecía que Marta quería pasar de mí y que la "fuga" era la mejor manera que había encontrado de hacerlo pero, la verdad, la historia no me cuadraba para nada. Nuestra vida en común era buena, o eso pensaba yo al menos. Apemas discutíamos, nos reíamos mucho y nos gustaba pasar todo el tiempo que podíamos juntos; bien tumbados en el sofá de casa, bien de excursión cuando el tiempo acompañaba, bien de cañitas, ... Teníamos claro, o eso pensaba yo, que juntos todo era mejor.Ahora ya no lo tenía tan claro.

No era la primera vez que dudaba sobre lo "buena" que era mi relación con Marta. Semanas atrás, cuando había acudido a la policía para explicarles lo de la "fuga", los funcionarios me habían hecho un millón de preguntas con las que no contaba. De hecho, cuando Victor había puesto la denuncia, le habían comentado que el principal sospechoso de la desaparición de una persona es su pareja, o sea yo. Bien pensado tiene bastante sentido pero cuando tú eres el señalado la cosa es bastante más difícil de entender. Yo era el principal sospechoso de la desaparición de Marta para la policía.

Cogí la postal, la scaneé por las dos caras y se la mandé por correo electrónico a Víctor. Quería que la tuviese para que también pudiese darle las novedades a sus padres. Ahora lo que me quedaba era intentar dormir .Me levanté del sofá y busqué en la "Caja de los truenos". Aún tenía algo de "quitapenas". Cogí el mechero, quemé un poco el costo y me preparé un cigarrillo y un papelillo. Con el porro entre mis labios las cosas tampoco cuadraban pero seguro que me ayudaba a dormir más y mejor.Mañana sería otro día.
Nin con el peta había forma de arreglar con Morfeo la situación. No sé que pensaría el resto de la gente de la postal -la verdad es que sí imaginaba lo que dirían- pero a mi no me cuadraba nada. Además, ¿por qué cojones me escribiría sólo veintiuna palabras? ¿Tendría esto algún sentido? Entre estas y otras preguntas finalmente Morfeo acudió a mi.

Los Relatos de Perseo

Perseo es un ser que no siente demasiado. Un hombre perdido en un mar de contradicciones, lleno de defectos y vicios y con apenas virtudes. Un día descubrió que lo que realmente quería era escribir e inició este blog para poder comprobar que, sino hiciese públicos sus relatos, dormiría mucho más tranquilo por las noches.